a Gabriella
Mi memoria es el lugar en el que habitas,
donde aún puedo escuchar tu voz
y me miras prohibiendo el olvido
porque olvidarte sería obsceno.
Por una de esas tercas fisuras
en que se desquebraja el pasado
desde algún recodo del atardecer
porque olvidarte sería obsceno.
en que se desquebraja el pasado
desde algún recodo del atardecer
palpita la huella de tu presencia,
cuando el aliento de mis caricias
era la piel de tu sombra,
cabellera al viento
concebida por la orfebrería
nocturna del azabache.
Hubiera preferido un adiós apacible
sin la tempestad de los reclamos.
La oscuridad es este letargo
sobre la ausencia de tu cuerpo desnudo.
Jules Etienne