"¿No es la poesía el burdel al que acuden las palabras cuando las acomete el deseo?"
Fuga sorpresiva de las tentaciones,
semblante persuasivo del lenguaje
vocales y consonantes abandonan
el rígido calabozo de la semántica,
las iniciales que sugieren las caricias
son anagramas sobre la piel.
En materia de placeres
el infierno es artilugio imaginario,
mera retórica del pecado.
Después de todo, ¿no es la poesía
el burdel al que acuden las palabras
cuando las acomete el deseo?
Jules Etienne
Magnífico
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