"... entonces un adiós desnudo alza y agita su mano entre la niebla del andén."
Un fatigado viento peregrino
se resigna a la partida,
el paralelo de la distancia
termina en el horizonte
hasta que el sol se oculte,
después llegará la noche
a despojar de lucidez al día.
Un fatigado viento peregrino
se resigna a la partida,
el paralelo de la distancia
termina en el horizonte
hasta que el sol se oculte,
después llegará la noche
a despojar de lucidez al día.
Por la ventanilla del tren
asoma el vaivén de la despedida:
la soledad acostumbra a viajar
sin la rémora del equipaje,
la soledad acostumbra a viajar
sin la rémora del equipaje,
entonces un adiós desnudo
alza y agita su mano
entre la niebla del andén.
Jules Etienne

No hay comentarios.:
Publicar un comentario